Buscador

martes, 12 de junio de 2012

Los hombres sin libros

A VECES SUELO TENER LA PESADILLA DE UN MUNDO SIN LIBROS, PERO SERIA IMPOSIBLE, PORQUE EL HOMBRE SIEMPRE SE LAS HA INGENIADO PARA DEJAR CONSTANCIA DE LO QUE A VIVIDO Y DESCUBIERTO Y LO HAN DEJADO EN PIEDRA, PERGAMINOS, MADERA Y HASTA EN PIELES, LA NO EXISTENCIA DE LIBROS HARÍA A ESTE MUNDO FALTO DE CULTURA Y SABIDURIA Y MUCHAS DE LAS COSAS QUE HOY CONOCEMOS. Y NO PODRÍAMOS IR EN BÚSQUEDA DE LA FELICIDAD, SERIA UN MUNDO SIN SENTIDO...



El Maestro Borges decia:
Hay quienes no pueden imaginar un mundo sin pájaro; hay quienes no pueden imaginar un mundo sin agua; en lo que a mí se refiere, soy incapaz de imaginar un mundo sin libros. A lo largo de la historia el hombre ha soñado y forjado un sinfín de instrumentos. Ha creado la llave, una barrita de metal que permite que alguien penetre en un vasto palacio. Ha creado la espada y el arado, prolongaciones del brazo del hombre que los usa. Ha creado el telescopio, que le ha permitido indagar el alto firmamento. Ha creado el libro, que es una extensión secular de su imaginación y de su memoria.


Los hombres sin libros jamás se preguntan si son felices. Ignoran que durante las mañanas el pasto amanece cubierto de rocío. No suelen recordar qué hicieron la noche anterior. No gustan de andar bajo la lluvia. No acostumbran interrogarse si aman a sus esposas.

Los psiquiatras de este mundo de bibliotecas de cenizas se ocupan de la gente que pasea por los bosques, que observa a los pájaros o que colecciona mariposas... Los miembros de la sociedad están vacíos de historias. Y se desmoronan después del interrogante: en realidad, no son felices.

Los hombres librados de los libros (¿deslibrados?) sostienen que es una infamia pretender que "en otro tiempo" los bomberos, en vez de quemar viviendas, apagaban las que estaban en llamas.

Carentes de herramientas para reflexionar, los humanos son apenas simios verbalizados que no tienen la culpa (ni sienten culpa) por las barbaridades que acometen. En la humanidad sin libros, "ya nadie tiene tiempo para nadie". Ni siquiera para uno mismo. Está en ciernes una guerra y ninguno lo advierte. Cuando llegan las bombas, todos están en la ciudad. En su casa. En la sala de estar. Estando.

¿Por qué no hay libros en ese mundo? Porque no pueden haber disidencias. Porque hay un solo discurso. Porque hay un relato único.
Nos enfrentamos con la pequeña marea de quienes desean que todos se sientan desdichados con teorías y pensamientos contradictorios. (…) Hay que aguantar firme. No permitir que el torrente de la melancolía y la funesta filosofía ahoguen nuestro mundo
. Inmediatamente, esa sociedad no quiere responsables: sólo quiere culpables, sin importar si lo son realmente.


"Cuando muere, todo el mundo debe dejar algo detrás. Un hijo, un libro, un cuadro, una casa, una pared levantada o un par de zapatos. O un jardín plantado. Algo que tu mano tocará de un modo especial, de modo que tu alma tenga un sitio a donde ir cuando tú mueras", reflexiona uno de los fugitivos del bosque...
y recuerdo una frase de Juan Ramón Jiménez:
Si os dan papel pautado, escribid por el otro lado.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

PRO Vida

Sonría lo estamos Filmando